Vino de pepino
La prefectura de Yamanashi es conocida como la región vinícola de Japón. Dentro de ella, la ciudad de Narusawa, al pie del monte Fuji, es famosa por su abundante cultivo de coles. Así que, ¿no es lógico que los habitantes de Narusawa decidieran elaborar alcohol a partir de su cultivo básico? Siga leyendo para descubrir más sobre la historia y el sabor de esta rara marca de vino de col.
El vino de col se vende en Narusawa desde hace unos 20 ó 30 años. Se creó en una época de abundantes cosechas, cuando el precio de las coles cayó en picado y se acumuló el exceso de producto. En lugar de deshacerse de tantas hortalizas, los promotores se inspiraron en su entorno y decidieron fermentar la verdura de hoja en vino, que podría venderse durante todo el año.
Para que fermente correctamente, el vino de col se elabora con sólo un 60% de coles y un 40% de uvas. La fruta es necesaria, porque la col por sí sola no tiene suficiente contenido de azúcar para hacer el trabajo. El resultado es un vino de color amarillo intenso y con un fuerte olor a alcohol. En realidad, el contenido de alcohol es inferior al 13%, similar al de la mayoría de los vinos del mercado, lo que se refleja en el sabor. Nos han dicho que el sabor es algo dulce, con un ligero toque de alcohol y un toque perceptible de col herbácea, que hace que el vino sea único.
¿Se puede hacer vino con verduras?
Vino de campo es el término informal que se utiliza desde hace años para definir las bebidas fermentadas elaboradas con ingredientes distintos de la uva. Puede incluir frutas, verduras, flores y hierbas.
¿Qué fruta o verdura se utiliza para hacer vino?
La uva permite una fermentación rápida y limpia, lo que explica, al menos en parte, por qué es la mejor fruta para la elaboración del vino. Puedes aprovechar su poder mezclándolas con otras frutas. Los melocotones son complicados de usar, pero el vino de melocotón aporta un gran aroma a un vino blanco con cuerpo.
Vino de zanahoria
Se encuentra usted aquí: Home / Drink / Las mejores frutas para hacer vino caseroEl vino no sólo se puede hacer con uvas. En muchos sentidos, la uva es la fruta más fácil con la que hacer vino, pero también tenemos muchas expectativas sobre el vino de uva, muchas ideas sobre cómo debe saber. Además, el vino de uva está muy extendido, así que, a menos que haya plantado viñas específicamente para hacer vino, merece la pena explorar otras opciones. Hazte una idea de qué tipos de vino producirán las distintas frutas con la guía que te ofrecemos a continuación. No dejes de consultar Vino casero de frutas para empezar.
Vino de patata
Cuando un plato se marida con el vino adecuado, la experiencia de comer y beber mejora: el vino y la comida se elevan a un reino diferente, que tienta las papilas gustativas y le hace detenerse. Pero el maridaje puede resultar intimidante… ¿por dónde empezar? Sobre todo cuando se trata de maridar vinos con verduras y frutas primaverales, más bien suaves y a veces quisquillosas.
Las alcachofas tienen un aspecto tan espinoso que uno se pregunta cómo es posible comerlas. Pero bajo sus hojas puntiagudas y acorazadas se esconde un delicioso y tierno corazón. Y ese tierno corazón necesita cuidado a la hora de maridarlo con vino, o puede resultar fácilmente abrumador. Por eso, lo más importante es tener en cuenta cómo se prepara la alcachofa.
Para platos más contundentes, en los que las alcachofas se guisan, se rellenan, se sirven con una salsa cremosa o se mezclan con pasta o risotto, un Chardonnay es la elección perfecta. Si el plato es ligero, como las alcachofas estofadas solas, sirva un Chardonnay sin barrica. Si las alcachofas se cocinan en una salsa más cremosa o en un risotto salado, entonces es más apropiado un Chardonnay con más cuerpo y ligeramente mantecoso.
Cómo hacer vino con verduras 2022
Eres un entusiasta del vino. Quizá disfrute de una copa de tinto seco con la cena, o lleve una botella de blanco dulce a una noche informal con amigos. Pero, ¿se ha preguntado alguna vez cómo las uvas de un viñedo lejano se convierten en el vino de su copa? Cinco etapas mágicas transforman la uva cotidiana en vino: la vendimia, el estrujado y prensado, la fermentación, la clarificación y el envejecimiento y embotellado.
La trituración de los racimos enteros de uvas frescas maduras es el siguiente paso en el proceso de elaboración del vino. Durante miles de años, hombres y mujeres han bailado la danza de la vendimia en barriles y prensas, iniciando así la mágica transformación del zumo de uva, que pasa de ser agua y luz solar concentradas en racimos de fruta a convertirse en la más saludable y mística de todas las bebidas: el vino. Hoy en día, las prensas mecánicas cumplen la antigua tradición de pisar la uva hasta convertirla en lo que comúnmente se conoce como mosto. El uso de prensas mecánicas ha eliminado gran parte del romanticismo y el ritual de esta fase de la elaboración del vino, pero no hay que lamentarse demasiado por las enormes ventajas sanitarias que el prensado mecánico aporta a la elaboración del vino. El prensado mecánico también ha mejorado la calidad y la longevidad del vino, al tiempo que ha reducido la necesidad de conservantes por parte del vinicultor. Dicho todo esto, es importante señalar que no todo el vino comienza su vida en una trituradora. A veces, los vinicultores optan por dejar que la fermentación comience dentro de los racimos enteros sin estrujar, permitiendo que el peso natural de las uvas y el inicio de la fermentación rompan los hollejos de las uvas antes de prensar los racimos sin estrujar.