Historia de la jarra de vino Porrón
Si alguna vez ha disfrutado de una comida en un restaurante de tapas español, sabrá que gran parte de la diversión proviene del espíritu comunitario de compartir la comida con un grupo de compañeros de mesa. Los españoles también crearon una forma única de extender ese espíritu colectivo a la hora de compartir vino con un recipiente único llamado porrón.
El porrón es una jarra de cristal de origen catalán con un pitorro estrecho que puede utilizarse para verter vino en una copa o -y aquí es donde entra la diversión- directamente en tu boca (o en la de otra persona). La regla es que el vino debe verterse sin tocar la boca con la boquilla. De este modo, el porrón puede pasarse de una persona a otra en la mesa, lo que permite a todos compartir el vino sin compartir también los gérmenes.
Utilizar el porrón para verter el vino en una copa es bastante fácil, pero se necesita algo de práctica para poder beber de un porrón sin derramar el vino por toda la cara, la ropa y la alfombra bajo los pies. Pero como el porrón está diseñado para dispensar un chorro muy estrecho de vino, se trata sobre todo de anticipar hacia dónde irá ese chorro y colocar la boca abierta para atraparlo.
Jarra de vino de cerámica
El porrón es una tradicional jarra de vino de cristal, con capacidad para 0,75 litros, típica de España,[1] originaria de Cataluña,[2] en el noreste de España, y que con el tiempo se extendió a otras partes de España.[3] Este invento permite que todo el mundo beba del mismo utensilio sin tocarlo con los labios. Fomenta la bebida en común acompañando a la comida, aunque requiere cierta habilidad para asegurarse de que el vino entra en la boca y evitar que se derrame sobre la ropa. Algunos dirían que se parece a un cruce entre una botella de vino y una regadera. La parte superior de la botella es estrecha y puede cerrarse con un corcho. Del fondo de la jarra sale un pico que se estrecha gradualmente hasta una pequeña abertura. Su forma permite que el vino almacenado en su interior tenga un contacto mínimo con el aire, al tiempo que está listo para ser utilizado en todo momento. Hasta mediados del siglo XX era muy común en los hogares, pero la tradición se está perdiendo poco a poco. La idea surgió como sustituto de las bolsas de bota [cita requerida]. Los porrones suelen rellenarse con vino normal, blanco o tinto, pero también se utilizan para beber cava, y una versión más pequeña rellena con un vino dulce de postre (normalmente garnacha) también es habitual en los restaurantes catalanes. La falta de contacto con los labios permite a un grupo de personas compartir el mismo recipiente sin ofender su sentido de la higiene.
Nombre de la jarra de vino
Las jarras de vino dan a los múltiples sabores de una botella la oportunidad de respirar y mezclarse, y son una herramienta inestimable para cualquier propietario. No sólo mejoran la experiencia de los invitados, sino que son un bonito complemento para cualquier mesa. Basta con decantar el vino una hora antes de consumirlo y ¡a disfrutar!
Cuando organice cenas, el vino es una elección segura para acompañar cualquier tipo de cocina. Una buena regla es maridar las salsas con el vino: la marinara para los espaguetis o una salsa espesa combinan bien con un vino tinto fuerte, mientras que los platos más ligeros requieren una variedad más delicada, como un blanco o un rosado. Cada persona tiene gustos diferentes, así que tener opciones también ayuda. Puedes comprar varias jarras de vino y disponer más de un tipo en cada extremo de la mesa. La familia y los amigos pueden pasarse la jarra unos a otros, fomentando la sensación de unión y el ambiente comunitario. Si quiere una jarra que sea tan buena como el vino que sirve, nuestros recipientes de vidrio soplado a mano son la elección perfecta. Ofrecemos opciones grabadas o lisas en diferentes colores para que combinen con la decoración de su hogar. Busque entre estilos modernos u opciones más tradicionales, según sus gustos. Encuentre cristal fino y diseños clásicos en nuestra colección única. Todos nuestros productos están hechos para durar, lo que los convierte en un regalo práctico y artístico para cualquier hogar. También son un buen regalo para los amantes del vino.
Jarra de vino porrón de cristal La tienda
Respirar o no respirar. Esa es la cuestión cuando se trata de decantadores de vino. Aunque siempre es una buena idea dejar que el vino respire, a veces se necesita un poco de ayuda. Ahí es donde entra en juego un decantador de vino.
Somos conscientes de que podría pensar que los decantadores de vino son el dominio de los snobs y los sumilleres, pero estos instrumentos de probada eficacia para servir el vino podrían elevar su consumo de vino a un nivel superior. En esta guía le explicamos qué es un decantador de vino, por qué necesita uno, cuál es la mejor forma de utilizarlo y cómo elegirlo.
Un decantador de vino, a veces llamado vertedor de vino, es un recipiente que se utiliza para guardar el vino antes de beberlo. Quizá se pregunte por qué alguien vertería una botella de vino en un decantador en lugar de beberlo directamente de la botella. Claro que sí. (Y, desde luego, fomentamos esta práctica, sobre todo cuando se puede tomar una fantástica copa de vino directamente de la botella individual, como ocurre con Usual Wines. Pero divagamos).
Aunque los decantadores se utilizan sobre todo para los vinos tintos, no es raro usarlos también para los blancos y los rosados. También suelen utilizarse para otras bebidas alcohólicas a las que les viene bien tener un poco de espacio para respirar, como el bourbon, el whisky y el coñac.