Vino tinto ácido
No hay nada como un crujiente vino blanco en un día de verano, o un atrevido vino tinto para acompañar una copiosa comida junto a una chimenea en invierno, pero ¿cuánto sabe realmente sobre el alcohol que está bebiendo? Al igual que el chocolate, el vino tiene sabores complejos y variados que pueden verse alterados por la forma en que se procesa, el tipo de fruta utilizada y las condiciones en que se cultiva.
Ya hemos escrito blogs sobre los tres tipos principales de chocolate: blanco, con leche y negro, así que ahora vamos a adentrarnos en el mundo del alcohol analizando los distintos tipos de vino que se pueden degustar.
¿Sabía que el vino blanco puede elaborarse a partir de uvas tintas y negras? Una vez pelada la uva, la pulpa y el zumo son del mismo color. Esto significa que el vino blanco puede elaborarse con uvas de cualquier color, siempre que se haya retirado la piel de las uvas más oscuras.
Los perfiles de sabor del vino blanco suelen centrarse en la acidez y los sabores frescos y limpios, que a menudo recuerdan a frutas de pulpa pálida como la manzana, la pera y los cítricos. También es posible obtener vinos blancos especiados, dulces y ricos; de hecho, puede utilizarse un proceso llamado fermentación maloláctica, que convierte el ácido málico agrio del vino blanco en ácido láctico más suave, dando al vino un sabor y aroma mantecosos o cremosos.
¿Cómo describiría la acidez del vino?
La acidez es el «fruncimiento» o acidez de un vino; es lo que hace que un vino sea refrescante y que la lengua salive y quiera otro sorbo. La forma más fácil de entender la acidez es pensar en un vaso de limonada. Ese fruncimiento que se produce al beber la limonada, combinado con el refresco que ésta proporciona, es la acidez.
¿Cuáles son las 3 clasificaciones del vino?
Según el color, el vino puede dividirse en tres categorías: vino tinto, vino blanco y vino rosado. Esta es también la forma más común de clasificar.
Estilos de vino
El mundo del vino puede resultar abrumador e incluso intimidante para los novatos. Con tantas botellas, marcas y estilos de vino aparentemente interminables, ¿por dónde empezar a investigar los distintos tipos de vino disponibles? A continuación, un breve resumen de las cinco categorías principales de vino y sus características.
Los vinos tintos se elaboran a partir de uvas de color azul o púrpura y tienden a contener muchos más taninos debido a la forma en que se elaboran, con un contacto prolongado entre el zumo y la piel de la uva. Muchos de los vinos más famosos de Burdeos, Borgoña, Italia, Australia y Estados Unidos son tintos elaborados con uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Pinot Noir, Shiraz o Cab Franc. Pueden crearse en una gran variedad de estilos, desde los de cuerpo (o peso) más ligero hasta los de más cuerpo, con diferentes perfiles de paladar que van desde los bastante secos a los dulces y de sabor bastante afrutado a los especiados y sabrosos.
En la categoría de vinos blancos, las variedades de uva más conocidas son Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Grigio, Riesling y Chenin Blanc. Los vinos blancos tienden a centrarse en la acidez y los sabores frescos de los matices de la fruta blanca. Pueden elaborarse en variantes secas o dulces y van de afrutados a florales, de especiados a dulces, o ricos y cremosos en nariz y paladar.
Acidez fija
La misma regla se aplica al camino para convertirse en un experto en vinos. Se empieza probando todos los tipos de vino que caen en tus manos. Cuantas más variedades pruebe, más exigente será su paladar.
Pronto se dará cuenta de que es más consciente de los matices de los distintos tipos de vino que bebe. Con ello llega el aprecio por las distintas etiquetas estampadas en las botellas de vino de su creciente colección. Por ejemplo, la edad del vino, de dónde procede o de qué tipo de uva.
Una vez convertido en un entendido, podrá utilizar sus conocimientos sobre vinos para maridar comidas o elegir el tipo de vino más apropiado para cada ocasión. Mejor aún, podrías agotar tus conocimientos para elaborar tu propio vino utilizando un kit de vinificación.
Estas descripciones se deben al contenido en taninos del vino tinto, que también es responsable de su color. Los taninos son compuestos naturales que abundan en la piel de la uva. Las uvas fermentadas con la piel roja intacta producen vino tinto. El aroma del vino tinto varía de floral a afrutado y de terroso a especiado.
Medir la acidez del vino
Aunque las palabras «ácido» o «agrio» no le parezcan especialmente atractivas en lo que se refiere al vino, querrá que éste tenga un cierto grado de acidez. Sin ella, el vino tendría un sabor flojo, plano y aburrido. Piense en ella como una cualidad refrescante, la razón por la que querrá beber otro sorbo. Y otro más. ¿Qué es exactamente la acidez en el vino? Veámoslo más de cerca.
El ácido es uno de los componentes más importantes que hacen que un vino sea único. Una variedad de ácidos diferentes confiere al vino su equilibrio, estructura y cualidades para calmar la sed. En la elaboración del vino intervienen varios ácidos diferentes, cuatro de los cuales se encuentran en las propias uvas y los otros tres son el resultado del proceso de vinificación.
Hay una serie de factores que influyen en la acidez de un vino. Las regiones más frías producen vinos más ácidos, con menos alcohol y más ligeros que los de climas más cálidos, porque las uvas se esfuerzan por madurar en climas más fríos. Los climas más cálidos a veces producen vinos sin suficiente acidez y los vinicultores tendrán que hacer ajustes con un proceso llamado acidificación para producir un vino equilibrado.